Sonreí, mostrate feliz, sino todos te pasan por encima. Reíte, disfrutá, no tenés la edad suficiente como para permitir aburrirte. Conocé, investigá todo, no les des el gusto a los demás de conformarte con escuchar sus propias experiencias. Equivocate, caete mil veces en el mismo lugar, date el permiso de descubrir el mundo vos solo. Ayudá, escuchá a los demás, no sabés cuando vas a ser vos el que necesites un consejo. Pensá, entendé, pero no le tengas miedo a los impulsos. Excedé, sobrepasá, viví cada minuto con tus propias reglas. Corré, liberate, no te ates a nada irrelevante ni a nadie que no lo merezca. Soltate, gritá, no te avergüences de mostrar quién sos. Viví y dejá vivir, nunca te olvides que no estás por encima de nadie. Cuidate, querete mucho, si no lo hacés vos, no lo va a hacer nadie. Enamorate, amá, permitite conocerte a través de alguien más. Sé optimista.
Preguntas
¿Sabés a dónde van las palabras que no se dijeron? ¿A dónde va lo que querés hacer y no hacés? ¿A dónde va lo que querés decir y no decís? ¿A dónde va lo que no te permitís sentir?
Nos gustaría que lo que no decimos caiga en el olvido, pero lo que no decimos se nos acumula en el cuerpo, nos llena el alma de gritos mudos. Lo que no decimos se transforma en insomnio, en dolor de garganta. Lo que no decimos se transforma en nostalgia, en destiempo. Lo que no decimos se transforma en debe, en deuda, en asignatura pendiente. Las palabras que no decimos se transforman en insatisfacción, en tristeza, en frustración. Lo que no decimos no muere, nos mata. Lo que no decimos se transforma en trauma, en veneno que mata el alma. Lo que no decís te encierra en el pasado. Lo que no decimos se transforma en herida abierta.
Quisiera ser
Tú, dime... ¿Quién eres tú, qué quieres ser en la vida?... ¿de los que hacen las cosas o los que miran? Nos enseñan que hay imposibles pero es mentira, lo único imposible es alcanzar lo que quieras sentado en una silla. Soy el ejemplo en persona de que la constante funciona toda la vida soñando con ser como otros; estamos todos tontos, no se disfruta lo que se tiene envidiando lo que tienen los otros. La sociedad es un gran manicomio y si no solemos darnos cuenta es solo porque estamos todos locos, busca en tí un mínimo de satisfacción, guíñale un ojo a la persona del espejo y no te tires toda la vida diciendo eso de "quisiera ser ...". Es importante saber cuanto vales, más importante aún es saber lo importante que es valorarse, complejos, complejos te hacen perder la autoestima.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)